Saturday, July 30, 2005

Exigir o Invitar


Exigir o Seducir

“Un gobierno de intención democrática es constitutivamente seductor en la medida... en que el emocionar de los gobernados los lleve a colaborar y no a obedecer”, Humberto Maturana.

En unas de esas redes de conversaciones en que nos involucramos, parafraseando a Maturana, un compañero de trabajo hacía mención a nuestra labor en la institución, en términos de participación, reconocimiento y aportes, y cómo nos sentimos en ella a partir del “gobierno” de la misma y citaba una lectura suya de un texto sobre gobiernos universitarios[1]. De esta conversación el matiz que me quedó dando vueltas fue el siguiente: en la institución donde laboro, ¿sus miembros (incluido yo) actúan y participan consciente y reflexivamente para conseguir las metas o, por el contrario, actúan de una manera obediente y no reflexiva?. Cuestión que me llevó a leer nuevamente el citado artículo de Maturana.

Fue un placer mi reencuentro con Maturana, creo que haré lecturas más frecuentes de él. Ahora, simplemente quiero compartir las ideas del autor sobre el particular que motivó mi propia reflexión y que me reafirmaron convicciones y predisposiciones a continuar con ánimo abierto y vivo a mantener conversaciones y emociones susceptibles de mantenerme vivo y viva la institución en la que laboro diariamente.

El gobierno de una institución es esencialmente, señala Maturana, una tarea de coordinación emocional que se logra en un conversar cuando se logra una congruencia de intenciones, deseos y propósitos entre el gobernante y sus miembros, de modo que éstos participan de hecho en las conversaciones que definen la institución. A partir de esto es posible distinguir dos tipos de gobierno: uno que lleva a los miembros a participar de una manera consciente y reflexiva en su realización, y otro que los lleva a participar de una manera obediente y no reflexiva y, por lo tanto, sin propiamente hacerse cargo de lo que hacen . Esto lo expondré en la siguiente tabla para darle más visibilidad a la cuestión.

Participación consciente y reflexiva

Participación obediente y no reflexiva

Los miembros de la institución son conspiradores conscientes y responsables.

Los miembros de la institución son sólo agentes inconscientes e irresponsables.

Los miembros de la institución conocen y comprenden la naturaleza e intención de la red de conversaciones que define a la institución que integran, son cocreadores junto al gobernante.

Los miembros de la institución no comprenden ni necesitan comprender la red de conversaciones que integran y son operacionalmente instrumentos del hacer del gobernante.

Los miembros de la institución pueden realizarse en su individualidad creativa como miembros de ella.

Los miembros de la institución no pueden realizarse.

Los gobernantes invitan, seducen, a participar consciente y reflexivamente.

Los gobernantes exigen a participar obediente y no reflexivamente.

Los gobernantes co-inspiran a gobernar.

Los gobernantes ordenan a hacer.

El gobernante es un igual con el que se colabora

El gobernante es una autoridad a la que se de obedece.

Maturana llama al gobierno que se funda en la participación consciente y reflexiva gobierno democrático o de inspiración democrática; al que se funda en la obediencia irreflexiva lo llama gobierno autoritario o de inspiración autoritaria.

Un gobierno democrático es aquel en el que todos los asuntos y tareas que se realizan se tratan como objetos de reflexión pública en el ámbito de los gobernados, y se manejan en una efectiva participación reflexiva y responsable de éstos en ellas. Pero, para que esto ocurra, sentencia Maturana, es esencial que no haya apropiación por parte del gobernante de las conversaciones de gobierno, lo que se consigue, por una parte, haciendo que la responsabilidad de gobernante sea transitoria, y por otra, dando a todos los miembros de la institución la posibilidad de acceso efectivo, continuo y total, a todas las conversaciones que la definen.

Después de haber compartido estas reflexiones de Maturana creo que debo complementar la pregunta inicial con esta: en la institución donde trabajo, ¿sus gobernantes gobiernan bajo un régimen de coinspiración u ordenan a hacer?. Creo tener clara las respuestas a ambas preguntas. Preguntas que son válidas para toda institución. También tengo claro que ante todo debemos seducir, ...también , por cierto, ante todo nos gusta ser seducidos. Vale.

Camilo Ríos

Valdivia, Chile, 30 de julio de 2005.



[1] Gobierno Universitario como Coinspiración. En “El sentido de lo humano”, Humberto Maturana R., Editorial Hachete, Santiago, Chile, 1992.

1 comment:

camilorios said...

siempre es un placer leer maturana, la claridad de sus juicios y lo simples que nadan en el papel, hacen pensar que si existe esperanza en los humanos.